INFORME CRITICO: Las hermanas Losada

 


PREMISA

Saga sobre las familias que vivieron a finales del siglo XIX y principios del siglo XX en la frontera entre Colombia y Venezuela. Burguesía cafetalera que formó un estilo propio influenciado por el clima, la iglesia, la política y el cultivo del café.


SINÓPSIS

La novela, ambientada en la región andina, frontera entre Venezuela y Colombia, está narrada en primera y tercera persona. La voz de Adelaida Losada nos cuenta los momentos familiares más íntimos y la de un narrador impersonal nos sitúa en el espacio y el tiempo de una época marcada por los enfrentamientos entre godos y liberales, por las vicisitudes de quien se dedica de producir en el campo y por las situaciones de unos personajes que a pesar de vivir en la frontera de dos países han elaborado cuidadosamente una serie de costumbres que los marca, que los convierte en una élite que procura mantener su estilo de vida por encima de la idiosincrasia de sus propios países, aislados en su mundo, teniendo que equilibrar situaciones encontradas como que durante la Guerra Mundial, Colombia apoya a los aliados y Venezuela a Berlín, situación muy acusada en el estado Táchira por la presencia de los comerciantes alemanes.

Pero a pesar de que la novela sucede en esos espacios aislados dentro de la cordillera de los Andes, sus personajes incorporan a su cultura todos los íconos de su época: unos leen a Victor Hugo y otros a las hermanas Bronté, algunos reciben El Cojo Ilustrado de Caracas y otros Le Figaro de Paris. Así mismo, se comenta intensa y felizmente la entrada de Cipriano Castro a Caracas con sus 60 combatientes, la toma de la capital de Venezuela y la incapacidad de los caraqueños para gobernar; el declive de Castro aprovechado por el General Juan Vicente Gómez para hacerse con el mando, ambos personajes reales y conocidos de la familia Losada, quienes también son de la misma región andina pero que han disfrutado menos de las ventajas de la burguesía cafetalera, bregadores, dispuestos a lidiar con un país devastado por la Guerra Federal. La Guerra de los Mil Días en Colombia, a finales del siglo XIX, tiene un papel protagónico en el devenir de la familia Losada pues dos de los hijos casi pierden la vida combatiendo en ella.

Adelaida, escogida para ser la narradora principal, es criada por su tía Clotilde, quien ha perdido a toda su familia en un gran terremoto, característico de esa zona sísmica. Ha enterrado al esposo, a los hijos y a su querida hija Teresa, y para salir de su desespero vuelca todo su cariño en su sobrina Adelaida, quien desde pequeña se identifica con la hija fallecida de la tía. La tía Clotilde vive en Pamplona, en la región de Santander y la familia de Adelaida vive en San Miguel en el estado Táchira, Venezuela, y es en este eje que sucede la historia.

Ese personaje principal, Adelaida Losada, siendo la narradora en primera persona de una gran parte de la novela, nos hace partícipes de sus anhelos más íntimos y sus dificultades con sus queridos padres, la madre una fiel devota siempre pendiente de cumplir con los preceptos de la Fe Cristiana y el padre un libre pensador, apasionado por Voltaire y por Dumas, pero dispuesto a que las hijas acaten todo lo que diga su esposa. La hija, primogénita entre las hijas, va pintando de manera clara y amena las imposibilidades que se le presentan a una señorita de buena familia para lograr una vida satisfactoria en ese ambiente recluido de la región andina, entre dos fronteras y a caballo con el Siglo. Nos explica con paciencia cómo los acontecimientos externos impiden que ella se desarrolle como mujer. A pesar de que en dos momentos está a punto de encausar su vida hacia hechos menos árido que el cuido de sus sobrinos o el alivio de los problemas de los pobres a través de las obras de la Iglesia. Adelaida pierde esos momentos, nunca se atreve a consultar con su familia por exceso de pudor y por una dosis de orgullo que no le permite coquetear con el fracaso, por esa incapacidad de distinguir lo que es humano y lo que es pecado tan inherente a las hijas de las familias burguesas.

La vida de las hermanas Losada va transcurriendo dentro de un ambiente familiar y clerical, pendiente de todas los convencionalismos sociales, heredados de los antepasados españoles y de la iglesia, presentes en cada uno de los actos de sus vidas, dominadas por las decisiones inconsultas de la madre y el padre: matrimonios obligados, herencias confiscadas, vigilancia perpetua de lo que dicen, oyen y hacen. Sin embargo, aunque cuentan con una perspectiva muy corta, cada una de las hermanas lucha por su destino, así signifique la desgracia de la otra, inclusive el deshonor de toda una familia, pero a pesar de los esfuerzos, por lo general pierden la batalla, el medio se las devora.

Cuando finaliza la Gran Guerra, San Miguel se va abriendo a las novedades y la vida se hace más amable, montan un cine y una heladería, lo que hace la vida de las hermanas Losada menos aburrida. También después de la guerra regresa Paul, ingeniero norteamericano aficionado al espiritismo, quien había sido uno de los amores imposibles de Adelaida. Paul vuelve con intenciones de casarse con ella, pero una vez más la oposición de la madre hace que nada cuaje para la pareja. Atrás quedan las sesiones para invocar a los muertos y el deseo de volver a hacer contacto con su prima Teresa, la hija de la tía Clotilde. Es solamente cuando muere Francisco Losada, el padre de Adelaida, que los enamorados logran casarse, en medio de una gran trifulca por la repartición de bienes del patriarca y ante la indiferencia de la madre que ha perdido la voluntad con la muerte del marido.

Al desenlace lo rodea la noción de la nueva etapa del petróleo, el acercamiento hacia los Estados Unidos y el abandono de Europa, San Miguel se abre a las nuevas propuestas, tanto como Adelaida y su marido. Sin embargo una nube negra no deja de acompañarlos representando la posibilidad de huir del país por no poder vivir en dictadura. Adelaida recuerda al General Gómez en su casa de juventud y se estremece, pero la promesa del hijo que lleva en las entrañas la hace ver el futuro con optimismo.


 

VALORACIÓN LITERARIA

La estructura de fondo:

Novela bien concebida e investigada. Gran esfuerzo por comprender y explicar una época, una sociedad. Utilización correcta de los recursos externos que apoyan la inventiva del autor. Historia de gran interés y hasta ahora poco explorada en Venezuela, sobre todo el tema de una burguesía cafetalera sobre la cual no se ha escrito todavía suficiente, por no decir nada. Considero la temática de gran interés y que el autor tiene un conocimiento extraordinario de las costumbres de las familias de la época.

La estructura de forma:

La novela es muy fluida porque no tiene grandes problemas de puntación y cuenta con un ritmo constante, lo cual hace muy fácil su lectura. El primer capítulo sitúa al lector rápidamente en el tema y ofrece suficiente información como para continuar.

Los capítulos donde la narración es en primera persona, por Adelaida, sobre todo la vida de la tía Clotilde, podrían ser más íntimos, a veces se confunde el tono con la narración en tercera persona y se pierde la sensación de que es una persona que conoce la historia muy de cerca la que está narrando. Tal vez bastaría con cambiar a “la tía Clotilde” por “mi tía Clotilde”

Quedan algunos cabos sueltos que podrían significar la continuación de la saga para más adelante. Esto se debe a que no sigue la estructura clásica de planteamiento, climax y desenlace, pero esto no desmerece de la capacidad del autor para mantener al lector interesado y llevar la obra a buen término.

Los personajes:

Los padres de las hermanas Losada están muy bien delineados, son arquetipales, así como los demás integrantes familiares que no son las hijas. También Adelaida está bien explicada a pesar de que fijación con Teresa, la hija fallecida de Clotilde, podría haber dado más, podría ser el hilo conductor de la historia por su recurrencia en las diferentes etapas de la vida de Adelaida. Gisela y Eugenia son las clásicas víctimas de una sociedad ingrata con las mujeres, en general todas las hermanas son representativas de ese malestar y se transmite muy claramente en la obra.

Los hermanos permanecen algo desdibujados ya que no son el tema principal, así como los maridos, sin embargo también transmiten el estilo de los hombres de la época, todos actúan según los guiones ya escritos por las familias.

Hay personajes de la vida real que por ser públicos conservan sus nombres, como Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez. Sugiero que al señor Foster se le dé su verdadero nombre de William H. Phelps, ya que esas licencias se pueden dar aunque sea una obra de ficción. Igualmente sería conveniente si existe algún otro personaje real de la época que interactúa con los personajes de ficción.

La gramática:

El problema principal son los pronombres que muchas veces no están colocados bien donde van. Hay confusión con: a, del, para, con, de. También los que, los porque y los por qué. Luego hay problemas de tiempos de los verbos, muy corrientes cuando uno narra en diferentes momentos. Hay bastantes gazapos, esto es letras de más o letras que faltan, palabras de más o palabras que faltan, lo clásico cuando el autor está tan apurado en escribir sus ideas que se olvida palabras. Algunas estructuras de oraciones están volteadas, llevan el verbo al final y el sentido de la oración no es en castellano. Hay repetición de palabras muy cerca, en una misma línea, amerita que se sustituya una de las dos por un sinónimo, esto es lo que le da riqueza al texto.

En general son problemas muy factibles de corregir que darían al texto un aspecto mucho más pulido. Así como está presentada esta obra es por lo general la primera versión, lo suficientemente trabajada para transmitir la importancia de lo escrito pero con la necesidad de un trabajo de corrección.

Por último sugeriría enriquecer la obra con mapa de la región andina y gráficos de árboles genealógicos sobre la familia Losada, las hermanas, sus ascendentes y descendientes.


VALORACIÓN COMERCIAL

El tema no ha sido muy tratado, como dije antes, no se ha contado la vida en la región andina desde el punto de vista de una familia de la burguesía cafetalera. Creo que hay lectores para esta obra, sobre todo en Venezuela y Colombia.

Hay un gran interés actualmente en las historias familiares y sin duda habría que buscar a los lectores en su propia región. También hay una gran avidez por leer sagas que se sitúen dentro de un marco histórico real, como es el caso de esta novela, donde interactúan personajes reales y de ficción.

La etapa que está viviendo la industrial editorial en estos momentos me inclina a pensar que hay que investigar cuidadosamente donde publicar.

 

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